viernes, 20 de febrero de 2009

La melancolía es mi amiga,
me lleva por calles frías.
La soledad me atormenta y me arruina,
mas al mismo tiempo me protege,
evita que mi corazón se resquebraje,
me lleva de viaje,
allí donde la soledad se convierte en escudo.
A salvo de dolores del alma, puñaladas por la espalda,
ofreciendo la palma y recibiendo a cambio la lanza.

Mar en calma y un alma que clama:
viento, acaba con este sufrimiento;
Trae de nuevo luz a mi tormento.
Escucha el llamamiento, mi humilde intento
...

Silencio...

La lluvia sobre el cabello,
hoy la lluvia sabe salado.
Hoy si, para siempre, se ha acabado.